¿Sabías qué…? De acuerdo con datos de la FDA (la agencia reguladora de alimentos en Estados Unidos), se estima que el 1% de los alimentos en el mundo son adulterados.
Los alimentos adulterados, también conocidos como alimentos fraudulentos, son aquellos a los que se les agregan o se les quitan algunas sustancias de manera intencionada. Es decir, son modificados para variar su composición y así poder encubrir un defecto u obtener algún beneficio de cualquier tipo. Si bien no todos los alimentos adulterados son tóxicos, incumplen la legislación alimentaria y, en ciertas ocasiones, resultan perjudiciales para la salud.
Resulta difícil detectar dichos alimentos, ya que, por lo regular, tienen la misma estructura y el mismo sabor que los alimentos normales. No obstante, es importante estar atentos a los artículos que publican las autoridades sobre este tema, como la FDA, la PROFECO en México, entre otras, puesto que ellos realizan los análisis correspondientes y pueden determinar si un producto puede o no estar adulterado.
Iñaki Manero nos explica qué hacer si sospechamos que un alimento está adulterado, así como nos dirá cuáles son los alimentos más propensos a estar en dichas condiciones.

