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Conoce cuáles son “las cinco heridas del alma” y cómo podrían afectarte

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Foto: HayDmitriy / Depositphotos.com

Lise Bourbeau, autora y fundadora de la Escuela Escucha tu Cuerpo, escribió el libro “Las cinco heridas del alma que impiden ser uno mismo”, un texto que te ayudará a entender miedos que surgieron en la infancia y sanarlos en tu etapa adulta.

La escritora canadiense, Lise Bourbeau, comenzó como coach training y escribió varios libros best sellers internacionales que hablan sobre la psicología humana y su repercusión en el cuerpo y emociones.

Su tono es fresco y directo de temas relacionados a padres, hijos, emociones y hasta en el cuerpo.

En este libro en particular “Las cinco heridas del alma”, retoma la investigación del psiquiatra americano *John Pierrakos sobre las heridas del alma.

Dicha investigación abarca miedos y traumas que no se pudieron asimilar en la infancia, teniendo consecuencias en la etapa adulta. Habla sobre cómo repites patrones y utilizas máscaras para protegerte del dolor.

Niños heridos

La autora describe que todos llevamos un niño herido que fue creciendo y encontrando dificultades que le generaron traumas.

Al principio, ese niño buscaba cubrir necesidades, poco a poco iban apareciendo otras como la aceptación, pero las personas cercanas a él lo corregían demasiado, lo que provocaba que pensara que no era correcto ser como era.

Las cinco heridas del alma más comunes, según Lise Bourbeau, son:

Rechazo

Comienza por no sentirse aceptado y acogido por el padre del mismo sexo y se traduce en miedo a ser rechazado, es una de las heridas emocionales más profundas que se traduce en rechazarse a sí mismo.

Abandono

Durante la infancia, la persona fue abandonada puede haber estado en contacto con sus padres, pero no de manera activa o presencial, lo que le hizo sentir cierto abandono.

Al igual que el rechazo, surge por el padre del sexo opuesto, que no hizo que se sintiera apoyado, lo que le hizo falta fue una actitud afectiva.

Humillación

La persona sufrió una constante desaprobación y crítica sobre sí mismo, lo que provocó una baja autoestima y consecuencias graves en su apariencia y formas de relacionarse con el mundo. Surge a partir de los padres, uno o los dos, que reprimían todo tipo de placer físico.

Traición

Quien tiene esta herida pudo haber sufrido una traición en la infancia construida por personas controladoras que lo querían someter, surge a partir del padre del sexo opuesto que no respondió a sus expectativas y pierde la confianza en él, así ve a las personas del sexo opuesto.

Injusticia

Es una herida emocional que se origina en un entorno en el que los cuidadores o padres son fríos y autoritarios, sobre todo el del mismo sexo. Sienten que bloquean su individualidad.

Consecuencias de este tipo de heridas:

Rechazo: Retraimiento

La persona siente que no tiene derecho a existir, se considera inútil y sin valor, por lo que se aisla del mundo físico y se interesa por el mundo mental e intelectual.

Procura hacerse invisible ante los ojos de los demás, tiene un cuerpo pequeño , delgado, asimétrico, con ojeras y con tendencias a sufrir problemas de piel, con ojos pequeños, voz baja y apagada.

Abandono: Dependencia

Tiene una actitud y comportamiento dependiente, que busca a toda costa atención, apoyo y sobre todo protección por parte de los que le rodean. Puede volverse una víctima y ponerse enfermo solamente por recibir atención.

Tiene un cuerpo largo, delgado, sin dinamismo, hombros caídos, espalda encorvada, cuerpo flácido, ojos tristes y caídos, voz infantil o quejumbrosa.

Humillación: Masoquismo emocional y mental

Es una persona muy sensual a la que le gustan los placeres asociados con los sentidos, pero que los rechaza por miedo a perder el control y a sentir vergüenza. Es muy servicial, come demasiado y a menudo atrae situaciones en público para sentirse humillado.

Tiende a subir muchísimo de peso, tiene cara redonda, baja estatura, ropa muy ceñida, ojos redondos, dulce melosa.

Traición: Control

Tiene una personalidad fuerte, le gusta controlar a los demás para que respondan a sus expectativas. No pasa inadvertido, así que busca ser especial e importante, tiende a ser intolerante e impaciente con las personas lentas. Seductor y manipulador. Le cuesta comprometerse con las personas del sexo opuesto.

Es una persona de hombros más anchos que las caderas, pero en general en las mujeres las mujeres tiendne a tener caderas más anchas y fuertes, tiene fuerza en los muslos y piernas. Con voz fuerte, mirada intensa y seductora.

Injusticia: Rigidez

Es muy perfeccionista, quiere vivir en un mundo perfecto, por lo que se desconecta de su sensibilidad. No admite vivir problemas, sufrir fatiga o incluso malestar físico. Tampoco respeta sus límites, dado que no los siente.

Tiene un cuerpo bien proporcionado, derecho, rígido o partes del cuerpo muy tiesas, rígidas. Tiene una apariencia muy cuidada con vientre plano, tez clara. Ojos penetrantes, brillantes y vivos. Voz seca.

Estas heridas se sanan cuando la persona se acepta completamente, aceptando también la responsabilidad de sus emociones, perdonando al darse cuenta que todos los seres humanos tienen heridas.

“Venimos a aprender a aceptar y amar incondicionalmente partes de nosotros que hasta ahora han vivido ignoradas y con miedo. Somos atraídos hacia padres con heridas como las nuestras para recordarnos qué hemos venido a amar.»

-Lise Burbeu-

*John Pierrakos, médico y psiquiatra estadounidense, quien desarrolló el análisis bioenergético, una forma de psicoterapia de cuerpo y mente, con su colega Alexander Lowen.

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