El celular es un dispositivo de uso rudo. Lo empleamos todo el tiempo y su actividad es muchas veces ininterrumpida, debido a todas las tareas cotidianas que nos facilita. No obstante, muchas veces lo descuidamos sin darnos cuenta, ejerciendo ciertos hábitos que, a mediano y largo plazo, terminan por arruinar teléfonos celulares perfectamente funcionales. Estos son seis de los más comunes.
#1. No apagarlo jamás
¿Dejarías tu computadora encendida varios días, sin interrupción? En el supuesto de que hayas respondido que no, ¿por qué harías lo mismo con un teléfono celular? Cuando un smartphone se apaga, además de reiniciarse, también se interrumpen procesos que, cuando abrimos aplicaciones, permanecen activos en segundo plano (sin que nos demos cuenta) que consumen memoria RAM y batería. En resumen: apaga el celular de vez en cuando, aunque no se le haya agotado por completo la batería.
#2. Instalar y conservar aplicaciones innecesarias
Hay usuarios que descargan una gran cantidad de apps de diferente tipo y les dan un escaso o nulo uso. Hay algunas que acaparan una buena parte de la memoria del teléfono, por lo que, al funcionar todas al mismo tiempo en segundo plano, lo hacen más lento. Es mejor sólo conservar las más necesarias y desinstalar las que en realidad no se utilizan.
#3. No usar antivirus
Los teléfonos móviles son aún más vulnerables que las computadoras a infecciones de virus informáticos y ataques de malware, especialmente los dispositivos con sistema operativo Android (para el iPhone y su iOS el riesgo es mucho menor). Hay muchos antivirus gratuitos descargables, aunque suelen consumir espacio y ralentizar el teléfono. Si se quiere evitar esto último, lo más recomendable es evitar usar el teléfono para navegar en internet en sitios peligrosos de piratería, pornografía y transmisiones ilegales de películas y eventos deportivos.
#4. No limpiarlo por dentro y por fuera
El celular es un objeto donde puede acumularse una impresionante cantidad de bacterias, debido a que lo tocamos todo el tiempo cuando estamos en la calle y a que lo compartimos con otras personas. Por ello, se aconseja limpiarlo con gel antibacterial y un paño suave. Esto es bueno no sólo para el teléfono, sino también para tu salud.
Con limpiarlo por dentro, nos referimos a eliminar todos esos archivos basura que ocupan espacio y hacen más lento al dispositivo. Para ello hay apps gratuitas, que liberan espacio y optimiza el funcionamiento del aparato, aunque también se pueden hacer limpiezas manuales en las bibliotecas de archivos.
#5. Comprobar innecesariamente qué tan resistente es
Es casi inevitable que se nos caigan alguna vez por accidente, pero hay personas que exponen sus teléfonos a situaciones directamente dañinas para sus dispositivos solo para asegurarse de qué tan resistentes son. Por ejemplo: golpearlo, dejarlo caer, sumergirlo en el agua, exponerlo demasiado al sol o al polvo, hacer malabares, etc. Es cierto que algunos modelos ofrecen resistencia a este tipo de escenarios, pero esas características están ahí precisamente para casos extremos y accidentes.
#6. Llevarlo siempre en el bolsillo
Éste último punto tiene más que ver con la salud del propio usuario. Se desaconseja llevarlo todo el tiempo en los bolsillos debido a la alta exposición a la radiación que estos dispositivos emiten y la señal ininterrumpida que envían los satélites hacia el teléfono. Se han hecho muchos estudios al respecto, e incluso el manual de varios modelos del iPhone recomienda no colocarlo en el bolsillo del pantalón. Por algo será...
Con información vía: BBC Mundo, RT en Español Foto: maxxyustas / depositphotos