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Del enojo a la ira, causas, consecuencias y cómo sentirte mejor

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Enojarse puede ser una reacción normal ante ciertas circunstancias, pero cuando ese enojo se transforma en ira frecuente con consecuencias devastadoras, es momento de poner mayor atención. 

Es necesario que comprendas que todas las personas sienten emociones positivas o negativas, pero no se trata de catalogarlas como buenas o malas. Cada una de ellas tiene una función que permite reaccionar y adaptarse a los cambios.

El enojo se produce ante un menosprecio, humillación o injusticia percibida por la persona hacia sí misma o a alguien que le rodea y le importa mucho.

Sin embargo, el enojo es de las emociones más difíciles a la hora de gestionar, ya que frecuentemente, incluso de niños, se nos ha enseñado a ver esta emoción como algo que está completamente mal, reprimiéndola, sin tener herramientas para expresarla correctamente.

Entonces llega la ira, esta emoción puede generar problemas físicos y mentales si la padeces constantemente. Llegando incluso a reaccionar de forma agresiva o violenta, gritando, lanzando cosas y hasta golpeando.

Si todavía no estás segur@ si tienes un problema de ira, estos son algunos síntomas que debes tomar en cuenta.

Síntomas físicos de problemas de ira 

Todas estas reacciones físicas están vinculadas a un estado de alerta ante una amenaza. El cuerpo se prepara para defenderse de un ataque. Pero muchas veces el ataque está provocado por tu mente.

  • Aumento de la temperatura corporal. Se experimenta calor que se siente en la parte del pecho y que recorre extremidades e incluso llega al rostro.
  • Se acelera el corazón y sube la tensión arterial, esto indica que el ataque es intenso.
  • Los músculos del cuerpo se tensan, sobre todo la mandíbula, manos y zona alta del cuello.
  • Respiración agitada e incluso hiperventilación, esto se debe al exceso de oxígeno en los pulmones, lo que genera mareo y sensación de ahogo.
  • Malestares gastrointestinales como diarrea, náuseas, estreñimiento, vómito y gases.
  • Alteración de la voz y pupilas dilatadas.

Causas de los problemas de ira 

Existen diversos factores desencadenantes que están relacionados con las personas que los padecen, esto puede deberse a:

  • Relaciones personales afectadas.
  • Depresión y ansiedad.
  • Adicciones al alcohol y otras sustancias.
  • Trastornos de salud mental como trastorno bipolar, demencia, Alzheimer y maltrato físico.
  • Desajustes hormonales.
  • Apego desorganizado por un niñ@ herido, generalmente está asociado al abandono o rechazo en la infancia.
  • Intolerancia ante la humillación, negligencia o anarquía.
  • Baja tolerancia a la frustración.

Consecuencias de un problema de ira 

Las consecuencias pueden ser devastadoras, ya que la persona que padece ira se siente muy culpable después de sus reacciones, pero el daño ya está hecho.

  • Un severo daño a la imagen de la persona.
  • Problemas con las relaciones interpersonales.
  • Rechazo social.
  • Pérdida del auto control y de los pensamientos.
  • Reacciones similares a las que produce, maltratando y siendo maltratad@.
  • Problemas con las autoridades al dañar físicamente a personas u objetos.
  • Arrepentimiento y culpabilidad, que lo llevan a un "círculo vicioso".

Cómo superar los problemas de ira 

El primer paso es, como siempre, reconocer el problema. Identificar que si bien un enojo es completamente normal y hasta necesario, el llevarlo a extremos puede afectarte a ti y a tu entorno.

  • Expresa asertivamente tus preocupaciones, necesidades y enojos de forma clara y directa.
  • Practica técnicas de relajación, como la meditación, ya sea activa o pasiva.
  • Hacer ejercicio constantemente.
  • Pedir ayuda a un especialista con terapia que te ayude a identificar la razón de tu enojo.
  • Cuando sientas esa sensación corporal de aumento de temperatura, trata de respirar y contar hasta diez o salte de la situación tensa para relajarte.
  • Trata de pensar antes de hablar, sobre todo si tiendes a arrepentirte de lo que sueles decir. Tómate un tiempo de pensar qué dirás.
  • Trabaja en el rencor. El perdón es la mejor herramienta, aunque pueda ser difícil por sentir esa sensación de injusticia, pero es practicar tu autocontrol.
  • Lidia con pensamientos obsesivos, no esperes que los demás se comporten como tú quieres.
  • Libérate del estrés, no reprimas otras emociones, si necesitas llorar, hazlo.
  • Lleva un diario o un "journal", te ayudará a sacar emociones reprimidas.
  • Ten un hobbie, es necesario que realices actividades que te llenen de energía y felicidad.
  • Rodéate de personas "vitamina" como lo dice la psiquiatra Marian Rojas, aquellas personas que tan sólo con estar con ellas te levantan el ánimo y te dan motivación ante la vida.
  • Descansa y come saludablemente. Cuidarte a ti es también fomentar una buena autoestima que te ayudará a enfrentar la vida con la mejor actitud.

No estás sol@, muchas personas padecen de problemas de ira, el trabajo interno es para ti. Vivir en paz es el objetivo.

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Foto: Wavebreakmedia / Depositphotos.com

 

 

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