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Consejos para que los niños no digan groserías

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Los niños pequeños suelen decir groserías sin que necesariamente entiendan su significado. Es muy probable que hayan escuchado las “palabrotas” y las repitan como parte de su proceso de aprendizaje, lo hacen con cualquier otra palabra.

Conforme van creciendo van entendiendo el contexto en el que se dicen y por qué, entonces comprenden el punto trasgresor de utilizarlas que suele ser seductor, pero no es sólo de los niños, sino de todas las personas. El punto es guiarlos.

Así que tu papel es muy importante para que entienda que esas palabras pueden herir a otras personas y que no deben utilizarse.

No vas a controlar que las escuche en otros lados, así que es mejor que aprenda a reconocerlas y entender que no deben repetirse por las consecuencias que provocan.

Explícale qué son las groserías

Explicarles que las groserías son palabras que se utilizan para ofender o dañar a otras personas, esto ayudará a desarrollar su empatía y comprensión. También explícale contextos y situaciones en las que se dicen y por qué lastiman.

Muestra indiferencia

Esto significa que no reacciones de manera positiva ni exageradamente negativa. Cuando son muy pequeños y no entienden el significado suele ser “gracioso” para algunas personas, así que no sonrías o muestres afecto por ellas

Tampoco es conveniente asustarlo con gritos o regaños al usar esa palabra. Lo conveniente es mostrar indiferencia o una actitud calmada. Preguntarle por qué la dice y dónde la escuchó.

No lo avergüences enfrente de los demás

Si dice groserías enfrente de otras personas, procura no hacerlo tan evidente o regañarlo enfrente de alguien más, hazle el comentario de forma privada y muestra comprensión a lo que te dice.

Ofrécele alternativas para expresar su enojo

En ocasiones suelen decir groserías, como los adultos, para mostrar su enojo. Ofrecerle otras alternativas para desahogarse evitará que acumule emociones negativas y termine explotando.

No prohíbas las groserías

Prohibirlas sólo provocará que las repita con mayor frecuencia. Quizá no puedas controlar todos sus contextos, pero darles una guía sobre comportamiento es muy importante para que entienda el por qué no deben usarse.

Predica con el ejemplo

Nada mejor que predicar con el ejemplo. Los niños hacen lo que ven, así que una forma de educarlos es educarte a ti mismo. No digas groserías, observa tu comportamiento y también la gente con la que te relacionas.

Vigila con quién habla y qué está viendo

Si tú no sueles decir groserías, procura vigilar qué está viendo en la televisión, tableta o con qué personas se relaciona de las que pudiera escuchar estas palabras.

Enséñale a disculparse y entender sus emociones

Si ya ha dicho groserías, es importante que le enseñes a disculparse y a entender sus emociones. Que enojarse es normal, pero que no puede dañar a las personas, por eso es necesario buscar otras opciones para desahogar el enojo.

Cuéntanos cómo te fue. Además, en este video te compartimos la opinión y consejos de un psicólogo que te ayudarán en el proceso.

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Foto: candy18 / Depositphotos.com
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