La empatía es una habilidad que pueden mejorar tus relaciones personales, pero sobre todo contribuye a tu bienestar y ayuda a tu mente a estar en paz.
Te compartimos algunos consejos sobre cómo poder desarrollarla si sientes que todavía te cuesta trabajo.
Escucha activa
Escuchar lo que te dice la otra persona es muy importante para tu empatía. En sentido práctico, evita interrumpir cuando la otra persona te está hablando, puede ser sencillo cuando lo que dice no te involucra directamente, pero también es muy importante hacerlo cuando lo que estás escuchando no te está gustando.
Al escuchar, hazle saber a la otra persona que la has entendido, demuestra tu interés, mira a los ojos, evita distracciones como el celular u otros dispositivos y busca lugares y situaciones para una plática cordial.
Haz a un lado los prejuicios
Esto significa que tienes que tomar distancia de lo que tu mente piensa sobre lo que la otra persona debería haber hecho para tener empatía, quizá pienses que debió actuar de otra manera, pero lo más importante es que sepas que hay más allá de una decisión o situación.
Una persona ha vivido circunstancias de las que tú no tienes conciencia, juzgar a una persona por un sólo hecho es injusto. Nadie conoce al cien por ciento la historia de alguien más, evita sacar conclusiones precipitadas.
Ten respeto por los demás
Esto también significa el descubrir, reconocer y recompensar las cualidades de la otra persona. Es no sólo ver lo negativo, sino intentar ver la situación a través de los ojos de la otra persona y eso es empatía.
Enfócate en lo positivo, quizá la otra persona no esté reaccionando como te gustaría, pero tiene otras acciones que a lo mejor a ti te faltan, pero que esa persona las desarrolla hábilmente.
Tener respeto también por no ofrecer un consejo si no te lo piden u ofrecerlo sin atacar la sensibilidad de la otra persona. No puedes cambiar a los demás.
Entrenar la capacidad de entender las emociones
Las emociones son una guía de lo que debes mejorar. Si una situación te provoca una emoción, escúchala, pero evita reaccionar esperando que la situación cambie, esa emoción quiere enseñarte algo, decirte algo que no has puesto atención.
Lo mismo le pasa a la otra persona, las emociones surgen del exterior, pero lo que ocurre en el interior es tu responsabilidad. Responsabilízate de lo que te corresponde y no asumas la de los demás.
Entiéndete
Sé empátic@ contigo mism@ para poder serlo con los demás. Empieza de adentro hacia afuera. Muchas veces nos juzgamos por reaccionar o no haber reaccionado, por haber hablado o no.
Sentir culpa y vergüenza es parte del proceso de sentir las emociones humanas, el punto es no quedarse en ellas. ¿Cómo hacerlo? Con comprensión, empatía y amor. No siempre tienes todas las herramientas a la mano, pero siempre reconoce tu esfuerzo y la dedicación que le pones a cada día para salir adelante.
Al hacer este ejercicio, también lo podrás hacer con los demás. Ama mucho, haz todo con amor y nada podrá salir mal, porque todo es aprendizaje y parte de la vida.
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