- Publicidad -

Cómo detectar agresiones pasivo-agresivas

- Publicidad -

Noticias en iHeartRadio México

Foto: deagreez1 / Depositphotos.com

Reconocer una agresión puede ser sencillo cuando es burda y directa, ya sea con un golpe físico y también con groserías o gritos.

Pero, ¿qué pasa cuando te sientes triste, enojado o mal con la actitud de otra persona y no sabes distinguir si es agresión o no?

En esas ocasiones, lo que pudiera estar pasando es que la persona con la que tengas el conflicto sea pasivo-agresiva, por lo que te cueste trabajo identificar y reconocer la agresión, ya que en apariencia pueden resultar amables y hasta accesibles, pero

Este tipo de agresividad es silenciosa y puede hacer el mismo daño que un golpe físico o una grosería verbal.

Este tipo de personas suelen tener una incapacidad de expresar la ira en una forma sana. Reprimen sus emociones hasta el punto de que nadie a su alrededor se da cuenta que está enojado o resentido.

Ejemplos rápidos de agresión pasivo – verbal:

  • La típica “ley del hielo”.
  • Castigos ante algo que no les pareció no cumpliendo un compromiso.
  • Hacer las cosas muy despacio y sin interés.
  • Una actitud fría y distante.
  • Falta cooperación ante una responsabilidad compartida.
  • Actitud indiferente y distraída.
  • No escuchar cuando el otro habla.
  • Olvidos frecuentes y excusas para todo.
  • Exagerar o crear conflictos y dificultades.
  • Hacer más complicada una situación evitando el camino más fácil.
  • Visión negativa del mundo utilizando constantemente sarcasmos.

Cómo reconocer a una persona pasivo – agresiva

Te explicamos a profundidad algunos aspectos de una persona que suele ser agresiva, pero que no reconoces a simple vista.

Te ignoran

Es súper conocida la “ley del hielo”, en la que de repente te dejan de hablar, no te saludan o evitan mirarte. Es silencioso, pero también es agresivo.

Te insultan sin que te des cuenta

Será difícil identificarlos al principio, pero cuando te sientas incómodo, ponte un momento a reflexionar las palabras de la otra persona, entonces podrás darte cuenta.

Por ejemplo, cuando alguien intenta decirte un halago como: Te ves muy bien aunque hayas dado a luz, a pesar de que estás gordita.

Están constantemente enojadas o tristes

Todos sus comentarios se enfocan en que “nada está bien”. Son personas que muestran un comportamiento sombrío, suelen quejarse constantemente de todo lo que los rodea y hacer que te sientas incómodo y triste cada que terminas de hablar con esa persona.

Necias, no escuchan “razones”

Defienden su punto de vista aunque tengan argumentos en contra que invaliden lo que están pensando. No ceden fácilmente y defienden su posición sin tomar en cuenta las opiniones o sentimientos de los demás.

No son responsables

Suelen dejar la responsabilidad de su situación en los otros, no terminan lo que inician y suelen procrastinar (“Dejar para mañana lo que puedes hacer hoy”).

Suelen ser incongruentes

Rara vez se toman en serio lo que dicen, normalmente no actúan de ninguna forma, lo cual causa mucho estrés a su alrededor debido a su comunicación ambigua, ya que suelen exigir algo en otras personas sin expresar adecuadamente qué quieren.

No sienten culpa

Como no se hacen responsables de sus acciones, tampoco se culpabilizan, por lo que siempre buscarán una excusa como problemas en su trabajo, su educación, falta de afecto en la infancia o pocas oportunidades. Eso sí, ¡jamás tendrán la culpa!, todas las circunstancias o personas a su alrededor la tendrán y deben de ser castigas por eso.

Suelen ser un obstáculo

Busca que las personas a su alrededor no obtengan lo que quieren, así que aparentará que te da lo que “necesitas”, pero en realidad te lo quita. Ante tus deseos o sueños, pondrá siempre pretextos o excusas que eviten que lo logres, aparentará que te está cuidando, pero en el fondo no quiere que consigas lo que deseas.

Son víctimas

Constantemente siente que es tratado injustamente, será la víctima inocente de las expectativas y acciones de otras personas.

Manipuladoras

Intentarán cambiar tu punto de vista, tu forma de actuar, de vestir, de relacionarte con los demás a fin de que hagas lo que quieren, aunque tú no te sientas feliz con ello.

Suelen utilizar indirectas

Suele esconder una ira camuflada, mal disimulada y que exterioriza a través del lenguaje con indirectas, de las que duelen y de las que toman por a la otra persona. Frases de este tipo son:

“No entiendo qué quieres decirme” (aunque sí sepan)
“Como tú quieras”
“Pero, ¿por qué te pones así?, si yo no estoy haciendo nada.”

Nunca dicen “no”

Suelen decirle al mundo que son generosos y agradables, pero cuando llegue el momento de ayudar serán los primeros “despistados” diciendo que se les olvidó lo que tenían que hacer, esto es una actitud muy frecuente, no es lo mismo si pasa una ocasión.

Suelen sonreír siempre, pero tienen otra cara escondida

Como responden con una sonrisa siempre, no te encararán y no sabrás lo que piensan. Evitan la confrontación directa, pero quizá hablen mal de ti a tus espaldas, mientras que contigo muestran otra cara.

Son vengativas

Ya que suelen ser rencorosos, te castigarán de alguna manera y de la forma más inesperada, por eso observarán todo lo que haces o dices a fin de utilizarlo a su favor cuando entren en conflicto.

Cómo manejar a una persona pasivo-agresiva

Lo ideal es buscar un terapeuta que te ayude a lidiar con tus emociones y a poner límites. Si tú eres la persona pasivo-agresiva también es conveniente este tipo de terapia ya que te ayudará a canalizar el enojo y resentimiento.

Aquí te dejamos algunos consejos:

Intenta comprender por qué actúas y respondes de esa manera.
Reflexiona antes de hablar, antes de actuar.
Identifica qué es lo que más te afecta.
Derrota tu negativismo.
Trabaja en tu Inteligencia Emocional.
Mantén distancia.

- Publicidad -

No Te Pierdas: