Espero que el título no aplique para ti y que puedas cumplir al menos uno de tus propósitos. Pero la realidad es que la mayoría fracasaremos. Es fácil anticiparlo:
- Los números de asistencia a los gimnasios seguirán sus tendencias pasadas.
- Los índices de obesidad en el país no cambiarán abruptamente de un año a otro.
- Se venderán aproximadamente los mismos cigarros que el año anterior.
- El porcentaje de ahorro y deuda de los hogares mexicanos tendrá un comportamiento similar.
- El tiempo de uso que registre Facebook no tendrá cambios importantes.
Es decir, todo será más o menos igual en este 2020.
Hay varias razones para esto. En primer lugar, tendemos a establecer muchos objetivos muy ambiciosos, lo cual hace probable que no cumplamos (no caminamos tres cuadras a la farmacia, pero queremos correr 10 km en junio). Por otro lado, establecemos una fecha de arranque arbitraria (1 de enero) como si mágicamente nuestros hábitos cambiaran con el inicio de otra vuelta al Sol (¿es la quinta vez que haces el mismo propósito?). También influye el hecho de que algunas de nuestras metas las hacemos en función de una presión social o un ideal de vida que nos sugieren del exterior.
Además de lo anterior, los humanos tenemos una serie de sesgos y tendencias que explican estos recurrentes fracasos en nuestros propósitos:
- Somos muy buenos procrastinando, es decir, posponiendo tareas importantes. ¿Tu objetivo es leer más? Ok, pero antes entras a Facebook, te sirves un café y revisas cómo va el partido, ¿cierto?
- ¿La urgencia de mejorar te ayudará a mantener el cambio? No siempre, es más probable que tu situación actual te parezca normal y no hagas nada.
- ¿Todo lo que haces es por tu beneficio? No tanto, a veces justificas anticipadamente tus fracasos para proteger tu ego. ¿No pudiste iniciar el negocio? Dirás que las condiciones económicas no eran las más propicias.
- Crees que puedes controlar tus impulsos y tu medio ambiente, pero la verdad es que pocas veces es posible. Subestimas el número y dificultad de los obstáculos que habrá en tu camino.
Sospecho que muchos no estarán de acuerdo con mi pesimismo, pero pienso que nos ha hecho mucho daño la idea de que podemos lograr lo que nos propongamos solo con buena actitud y pensamiento positivo (cualquier cosa que eso signifique). Prefiero conocer las tendencias que tenemos, y una vez alertados de ellas, hacer un plan más realista y alcanzable para mejorar nuestras vidas.