- Publicidad -

El perfeccionismo afecta tu calidad de vida

- Publicidad -

Noticias en iHeartRadio México

El perfeccionismo y la autoexigencia suelen ser muy valorados y hasta buscados, pero habría que detenernos a reflexionar sobre cuántos beneficios traen consigo o si es mayor el daño. 

Dicen por ahí, "como todo en la vida"... se trata de perspectivas. Es cierto que hay que ponerle atención a los detalles, trabajar y esforzarse por un bien mayor y tratar de dar siempre lo mejor de nosotros para lograr metas y cumplir nuestros objetivos.

La clave está en el disfrute. Cuando ese "perfeccionismo" te provoca angustia, tristeza, agotamiento y culpa, quizá sea bueno parar y revisar si es realmente necesario que todo "salga perfecto" o trae una necesidad oculta que habría que resolverse antes.

Características de una persona perfeccionista

  • Se valora a sí misma sólo por los éxitos o fracasos impuestos por alguien más, en lugar de sus habilidades o cualidades.
  • Tiene constantemente miedo al rechazo.
  • Se critica a sí misma la mayor parte del tiempo, sintiendo culpa por no ser suficiente.
  • Necesita primordialmente de la aprobación y aceptación de los demás, en lo que hace e incluso en lo que siente.
  • Tiende a tener pensamientos polarizados, o todo es blanco o todo es negro, usa palabras como "siempre y nunca", no hay grises ni matices, o está bien o está mal.
  • No es tolerante a los errores, de todo tipo, incluso una mancha en la ropa podría provocarle malestar.
  • Tiende a sentirse improductiva cuando no está trabajando y considera el descanso como una pérdida de tiempo.
  • Tienen problemas para delegar funciones y suelen considerarse como "adictas al trabajo".
  • Les cuesta tomar decisiones si no tienen la aprobación de los demás.
  • Revisa constantemente las tareas que ya terminó.

¿Ser perfectos o hacerlo todo perfecto?

El perfeccionismo puede esclavizarte. La cantidad de estrés a la que te sometes por ese nivel de esfuerzo o competitividad puede evitar que tengas una vida plena y enfocada en el presente.

No sólo provoca este exceso de actividades y cansancio, sino que te mantiene "trabajando" todo el tiempo, haciéndote sentir culpa por el descanso y el deleite, incluso en cierto rechazo a éstos, sentir aburrimiento y falta de propósito cuando por "causas de fuerza mayor" tienes que parar.

No te ayuda a tener una buena autoestima, dado que siempre tienes que alcanzar una "perfección" inalcanzable. Es una búsqueda incansable de aceptación que nunca termina, porque "siempre podrías ser un poquito mejor".

Complica tus relaciones con otras personas, ya que la persona perfeccionista suele exigir el mismo nivel de perfeccionismo en los demás, lo que provoca el mismo efecto en las otras personas: cansancio, frustración, baja autoestima, en fin.

¿Cómo saber si tu perfeccionismo te está afectando? 

Comienza preguntándote qué es lo que has tenido que pagar por ser tan exigente y perfeccionista. Si el precio es alto y desgastante, es una señal.

¿Pierdes tiempo de ocio o de desarrollo personal por buscar la perfección y el correcto orden? Recuerda que en el deleite está la clave, si el descanso te provoca angustia, es otra forma de reconocer el daño.

Las relaciones con otros se ven mermadas, tienes mala relación con tu pareja, con tus hijos, compañeros de trabajo y subordinados, porque consideras que no cumplen con las expectativas, podrían hacer algo más o están "malgastando su vida".

Consejos para superar el perfeccionismo

Busca ayuda de especialistas. Muchas veces este tema tiene una profunda relación con el rechazo y el abandono. Tu historia de vida es invaluable, pero también requiere de sanación. Piensa en ello.

Poco a poco. Intenta vivir con un poco de caos. Es cierto que el que no todo esté perfecto te provoca angustia, se trata de ir equilibrando las situaciones. Enfréntate poco a poco a lo incómodo y vive con ese ligero malestar, tú sabes cuál es tu límite.

No intentes controlarlo todo. Pregúntate si algo realmente depende de ti, si tienes que resolverlo justo en ese momento. Quizá haya algo más importante que hacer antes que eso que quieres volver perfecto.

Asume tus responsabilidades, pero también permite que los otros asuman las suyas. La parte difícil es que muchas veces hay que respetar que no todos quieran asumirlas y tanto asumirlas como no asumirlas es válido, cada persona tiene su proceso, enfócate en el tuyo.

Ten una frase para calmar tu mente. Algunas personas recomiendan tener un mantra cuando sientas que estás perdiendo la calma por tenerlo todo perfecto, por ejemplo: “tal y como ahora está, está bien, acepto y fluyo".

Acéptate y también acepta que habrá personas que no te acepten, es un juego que tienes que jugar. No siempre le caerás bien a todas las personas y eso está bien. Tu bienestar no depende de nadie más que de ti.

Trata de ser más flexible, en cuanto a horarios, rutinas, exigencias, orden, responsabilidades. Duerme un poco más o desvélate, no lo hagas hoy, hazlo mañana si eso no es urgente. No se trata de ser súper flexible siempre, sino de no llevar una vida tan estricta. Es no dejar de ser tú, pero sin que te dañe.

No es un camino fácil, pero el autoconocimiento es la clave de tu bienestar, aprendizaje y realización.

Te podría interesar: Razones de que sientas cansancio extremo todo el día

Foto: annas.stills.gmail.com / Depositphotos.com

 

 

- Publicidad -

No Te Pierdas: