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Reflexión: El valor de la familia

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Angel Ponce
Angel Ponce
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, entusiasta, cinéfilo, amante del rap mexicano y fiel aficionado al fútbol nacional e internacional, fotógrafo amateur de conciertos y entrevistador de talentos emergentes, así como de estrellas consolidadas.

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El valor de la familia es importante y nuestra manera de sentir, pensar, actuar, quiénes somos y cómo somos, esta constituida en gran parte por el entorno más inmediato en el que hemos nacido y hemos crecido.

La familia representa en nuestras vidas un eslabón muy importante de unión, amor, y apoyo, nos ayuda en lo personal, a formar nuestro carácter, es el primer lugar donde aprendemos los valores de acuerdo a la formación que nos brindan nuestros padres.

Actualmente estamos viviendo una crisis de valores, las familias se encuentran fracturadas, hemos ido perdiendo poco a poco el valor de las personas, para darle un peso mayor a las cosas, por encima del afecto, cariño, amor y comprensión.

Las mujeres representan la cabeza familiar porque de ellas emerge en gran medida fortaleza, ya que piensan en todas las necesidades básicas de su hogar, están en la enfermedad, la educación de los hijos, en la parte motivacional de todos los integrantes de la familia, en muchos casos son el sostén de los hogares, nos enseñan el valor del amor, afecto, cariño, honradez y autoconfianza y nos provee con las herramientas necesarias para ir caminando por la vida.

No elegimos nuestro entorno familiar, pero sí depende de nosotros el tipo de vínculo afectivo que queremos tener con las personas que la integran. La calidad de estas relaciones saludables, en el mejor de los casos  hará que se conviertan en una fuente inagotable de apoyo, comprensión, seguridad y confianza.

De igual manera, circunstancias de vida desde que nacemos marcan nuestra historia, vamos heredando de nuestros abuelos, padres, tradiciones, patrones de conducta que son fundamentales  para nuestro desarrollo personal y que marcan los primeros años de nuestra infancia.

Cuando nos expresamos desde el amor, el cariño, el afecto, estamos poniendo en practica nuestra inteligencia, pero no la racional, sino la inteligencia emocional, aquella que nos ayuda a mostrarnos vulnerables ante los seres que más amamos, ante aquellos que nos conocen desde el día que nacemos.

Cada uno de los integrantes de la familia juega un rol, desempeña un personaje importante, para darle a nuestro hogar, armonía, tranquilidad, paz y sobre todo amor, así podemos vivir en un ambiente familiar, donde no todo será felicidad, pero reinara el apoyo, el consejo y sobre todo el escucha ante cualquier dificultad.

Ellos son nuestro primer refugio, no tendríamos por qué salir huyendo de nuestro núcleo principal, al contrario nos sentiríamos acogidos, apapachados y disfrutaríamos cada momento compartido con los seres que más amamos.

Valorar y aceptar a los hijos con sus cualidades y defectos, les permite  a éstos reconocer sus errores y repararnos, ayudándoles a fortalecer su autoestima, independencia y libertad.

Sentir calidez, arropo y contar con valores familiares, nos ayuda a comprendernos mejor a nosotros mismos, nos sirve como base para aceptarnos, respetarnos y valorarnos afuera. En familia, podemos compartir convivencias llenas de alegrías, apoyarnos en momentos de tristeza, soledad o enfermedad.

Fuente: Andy Cornejo
TW: andy11_c  
FB: Andy Cornejo
Correo: [email protected]

 

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Imagen: Depositphotos / ArturVerkhovetskiy
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