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Valorarte, amarte, cuidarte y respetarte forma parte de tener una autoestima saludable, esa percepción que tienes de ti mismo con pensamientos, juicios y sobre todo afectos que te hacen valorar quien eres.
No es tarea fácil, ya sea en el afán de tratar de encajar, temas inconscientes, experiencias dolorosas, tu autoestima puede verse afectada y sobre todo influir en cómo te comportas y vives la vida.
Según expertos en psicología, existen diferentes tipos de autoestima que ayudan al bienestar personal y que son la clave para relacionarte con otras personas de forma positiva.
Autoestima alta y estable
Este tipo de autoestima no se define por las circunstancias externas, lo que hace que una persona que se valora a sí misma se desenvuelva de forma abierta y capaz de defender quién es con argumentos sin que eso afecte su equilibrio emocional.
Autoestima alta e inestable
Sin embargo, puedes tener una autoestima alta pero no mantenerla de forma constante, así factores externos, entornos competitivos o comentarios pueden desestabilizar la valía y percepción que tienes sobre ti mismo.
Entonces, no aceptarás los puntos de vista y te mostrarás a la defensiva, atacando o hasta hiriendo a otras personas de forma agresiva.
Autoestima baja y estable
Al igual que la autoestima alta y estable, los factores externos o situaciones cotidianas no alteran su percepción sobre sí mismo, aún si son buenos, pero a diferencia de la primera, la persona suele no valorarse y tampoco cuida su imagen personal.
Suelen ser indecisos, con mucho miedo a equivocarse, no defienden sus puntos de vista y consideran que no están a la altura de lo que les pasa.
Autoestima baja e inestable
Son personas altamente sensibles e influenciables por acontecimientos externos. Sin embargo, así como se valoran poco, pueden tener episodios de alta autoestima, pero cuando termina la euforia del momento, vuelven a desvalorizarse.
Autoestima inflada
Es un tipo de autoestima que casi llega al punto de narcisismo, no suele escuchar a los demás, no aceptan sus errores, se consideran mucho mejor que otras personas. No son capaces de escuchar autocríticas y mucho menos de corregir errores, menospreciando a los demás con comportamientos hostiles.
Qué define si tienes o no autoestima: Tú mismo. Sin embargo, si llegas a estar en estas situaciones, lo más probable es que tu autoestima sea baja y te falte trabajar el amor propio.
- Envidiar
- Criticar
- Maltratar
- Celar
- Quejarse
- Negarse a aceptar las cosas como son
- Evitar los cambios necesarios
- Trabajar compulsivamente
- Fumar o beber en exceso
- Actuar tímidamente o con apatía.
Otra clasificación
Se trata más sobre una filosofía de vida en la que intervienen el autoestima espiritual, mental, física y social.
Autoestima física
Se trata de cuidar tu cuerpo, de llevar una vida saludable, en cuanto a alimentación y ejercicio. Estar en constante movimiento, trabajar para conseguir objetivos. Cuidar también tu cuerpo de forma respetuosa en el aspecto sexual y de imagen personal.
Autoestima mental
Es la que se desarrolla con inteligencia emocional, promueve el aprendizaje y la comprensión de sucesos pasados y presentes.
Autoestima espiritual
Se relaciona con la filosofía de vida individual, actuando y comportándote según una guía de valores éticos y morales para tener una inspiración y evolucionar como persona.
Autoestima emocional y social
Es la que tiene relación con otras personas que genera empatía y comprensión para responder de forma asertiva ante los eventos externos.
Si el término autoestima te sigue costando trabajo, te dejamos algunas claves que te pueden ayudar a entender mejor qué es valorarse a sí mismo. ¡Ámate!