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En ocasiones, no solemos distinguir actitudes negativas en las personas, una de ellas es el egoísmo, incluso no nos damos cuenta de esta actitud en nosotros mismos.
Una persona egoísta es aquella que sólo mira su beneficio propio y difícilmente haría algo por los demás, trayendo como consecuencia aislamiento, relaciones poco saludables, soledad y hasta depresión.
Una persona egoísta no muestra respeto, ni interés por las necesidades de los demás, y sus relaciones sociales son utilitarias, en relación a qué tanto les conviene o qué tanto obtienen de ellas.
Identifica ciertos rasgos, conductas y actitudes de una persona egoísta, con esta pequeña guía:
Oportunistas
Se refiere a aprovecharse de una situación para recibir un beneficio a costa de los demás. Por ejemplo, pagan menos en una reunión entre amigos, piden que los lleven a ciertos lugares, los típicos que “les das la mano y se toman el pie.”
Aunque suele ser una conducta que todos en alguna ocasión las llegamos a tener, los egoístas son muy recurrentes y tratarán de aprovecharse de cualquier situación, sea cual sea.
No suelen compartir
Se resisten a ayudar a alguien cuando lo necesita o se hacen “de la vista gorda” cuando alguien está en problemas.
Además, cuando suelen tener ciertas posesiones suelen disfrutarlas a solas u ocultarlas por el miedo a perderlas.
Rencorosos
“Si me la haces, me la pagas”, es un dicho que se puede aplicar. Igualmente si te dio algo, esperará recibir lo mismo o más, así que no dan detalles de forma desinteresada.
Quizá no te lo diga de frente, pero tomará represalias como el no volverte a invitar, hablar o te tratará diferente.
Tienen miedo de prestar sus posesiones
Una persona egoísta no le gusta compartir, pero tampoco prestar sus posesiones, ya sea por el miedo a perderlo o porque no reciben algo a cambio por prestarlo.
Aplican mínimo esfuerzo
Te ayudarán sólo para no quedar mal, pero aplicando el mínimo esfuerzo. No estarán dispuestos a hacer pequeños o grandes sacrificios para ayudar a alguien más.
Buscan recibir algo a cambio
Si dan algo, buscarán recibir una compensación, ya que no obtiene satisfacción en sólo dar, necesitará algo a cambio.
Se sienten superiores
Buscan llamar la atención y buscan tenerla a toda costa porque se consideran muy especiales. Al ser ignorados pueden resultar muy molestos.
No toman en cuenta a los demás
Regularmente no agradecen lo que haces por ellos, esperando que siempre atiendas sus necesidades. Pero jamás estarán dispuestos a ayudar si es que tú lo necesitas.
No respetan planes
Suelen llegar tarde o cancelar de último momento sin ninguna excusa justificable. Sólo les importa estar bien, no importando el tiempo o lo que hayan tenido que hacer los demás para estar con ellos.
No escuchan
Si tienes una plática con una persona egoísta, no dará pie a que le sigas contando, cortará inmediatamente la comunicación con algo que le haya ocurrido a esa persona o que tenga que ver con lo que le está pasando.
Suele interrumpir las conversaciones de los demás para exponer su punto de vista, sin importar el de los demás.
Dominantes
Ya que buscan retribución de todo lo que hacen, buscarán dominar a las personas para lograr su propio bienestar, sin importar si hacen daño o no.
Absorben tu confianza
Realizarán comentarios hirientes para que pierdas confianza y sentirse superiores. Suelen hacerte sentir débil, desconfiado y bajarán tu autoestima.
Quizá en algún momento hayas tenido este tipo de actitudes y puede ser algo normal, sin embargo, si es algo recurrente tómalo en cuenta ya sea para alejarte de una persona egoísta o mejorar tú como persona.