Una de las agrupaciones colombianas más queridas por el público mexicano se adueñó del fin de semana, un Récord Guinness y el Estadio GNP. Hablamos de Morat, la banda conformada por Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil, Simón y Martín Vargas, quienes han conquistado cientos de corazones con su característico folk-pop y letras cargadas de emotividad.
Morat y su peculiar Récord Guinness
Previo a los tres conciertos ofrecidos en el Estadio GNP, Morat realizó una conferencia de prensa en la que mencionaron lo que muchos pudieron disfrutar desde sus hogares: la transmisión de su concierto del 14 de diciembre a través de una plataforma digital. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue un curioso sueño que deseaban hacer realidad: obtener un Récord Guinness por la mayor cantidad de personas en pijama en un mismo lugar.
Para lograrlo, los músicos invitaron a los asistentes a participar cumpliendo con un código de vestimenta especial: pijamas. “Teníamos el capricho de querer romper un récord mundial y hace muy poco tiempo, a raíz de la idea de que la gente viniera en pijama a nuestro concierto, ese capricho dejó de serlo y pasó a ser un sueño en conjunto con toda la gente que nos sigue”, mencionó Juan Pablo Villamil.
SE LOGRÓ EL RÉCORD GUINNESS PARA MORAT ✨🥹 pic.twitter.com/KYPXq253MC
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Así, las instalaciones del antes llamado Foro Sol se llenaron de personas luciendo pijamas de dos piezas, a cuadros, rayas, de seda y hasta mamelucos. Durante uno de los shows, un representante oficial de Guinness World Records verificó que todo se llevara a cabo conforme a las reglas, y el sueño de Morat se hizo realidad. “Se cumplió el día de hoy, se cumplió. Muchas felicidades”, declaró el representante de Guinness, mientras el estadio estallaba en aplausos y ovaciones.
Morat no solo llenó el recinto: generó magia y conexión
Desde las primeras horas de la tarde, las inmediaciones del estadio se llenaron de fans emocionados por ver a su banda favorita. Algunos portaban camisetas con frases como “Donde estás” y “Besos en guerra”, mientras otros desfilaban con sus más creativas pijamas. La emoción era notable: asistentes cantando fragmentos de canciones, comentando el posible setlist, con porras y carteles que anunciaban una experiencia inolvidable.
Desde el acceso, empezaba la magia del festejo por el 13° aniversario de la agrupación. A cada asistente se le entregó una pulsera luminosa, elemento clave para la interacción durante el espectáculo.
Para el último concierto de la gira “Antes de que Amanezca, Los Estadios”, las luces del estadio se apagaron puntualmente a las 19:30 pm. Inmediatamente, el recinto se iluminó con un impresionante juego de luces, animaciones y fuegos pirotécnicos que dieron paso a los primeros acordes de “Cómo te atreves”. La energía del lugar se transformó en una explosión de vida.
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Un setlist para cantar a todo pulmón
El público disfrutó de un bien equilibrado repertorio que incluyó grandes clásicos y temas recientes. Canciones como “506”, que contó con una fiesta de confeti, “A dónde vamos”, “Porfa no te vayas”, “Sobreviviste” y “Cuando nadie ve” desataron coros masivos que resonaron en todo el estadio. En momentos más íntimos, como con “Debí suponerlo”, la banda bajó la intensidad para permitir que las voces de los asistentes llenaran el recinto. Para sorpresa de muchos, Camila Fernández se unió a la banda acompañada de un mariachi, añadiendo un toque especial.
La conexión con el público
Uno de los aspectos más destacables de Morat no es solo su talento musical, sino su capacidad de conectar profundamente con el público. A través de anécdotas personales, los integrantes agradecieron repetidamente el apoyo del público mexicano. “Somos Morat y somos colombianos y esta noche para nosotros se cierra un ciclo México, se cierra un ciclo, no tenemos muy claro que vaya a pasar después de nuestra primera gira de estadios, pero si tenemos claro que si es juntos nosotros y juntos con ustedes, algo va a pasar increíble y eso no lo dudamos ni un segundo, así que muchísimas gracias de verdad por cumplirnos este sueño, lo van a escuchar durante todo el concierto pero en verdad no se imaginan la cantidad de tiempo que llevamos que esto pasara”, dijo Juan Pablo Isaza, provocando porras, lágrimas y aplausos interminables.
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Un momento especialmente conmovedor ocurrió durante “Antes de los 30” y “Mil tormentas”. Las pulseras entregadas a los asistentes se iluminaron en sincronía, creando un espectáculo de colores al ritmo de la melodía. Al mismo tiempo, cientos de luces de celulares transformaron el estadio en un mar de estrellas improvisado, una muestra de unión difícil de olvidar.
La producción visual fue un protagonista más: pantallas que proyectaban escenas acordes a cada canción, juegos pirotécnicos, luces neón y destellos sincronizados que crearon una atmósfera electrizante.
Un cierre inolvidable
El repertorio de 29 canciones finalizó con broche de oro. “No se va”, “Amor con hielo”, “París”, “Llamada perdida” y “Besos en guerra” pusieron al público a cantar y brincar sin descanso. Para “Faltas”, en las pantallas se proyectaron sueños escritos por los asistentes, incluyendo una pedida de matrimonio que arrancó gritos y aplausos. Finalmente, los integrantes de Morat regresaron al escenario en pijama para ser parte de su propio récord y despedirse entre globos, fuego y juegos pirotécnicos.
Un legado musical
El paso de Morat por el Estadio GNP no solo reafirmó su posición como una de las bandas más queridas de habla hispana, sino que también dejó claro que los conciertos son más que música: son catarsis, unión y recuerdos que perdurarán. Este fin de semana, Morat regaló magia a sus fans y convirtió el Estadio GNP en el epicentro de una celebración inolvidable.
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