Las lágrimas de emoción de la actriz estadounidense en la ceremonia más prestigiada del mundo del cine, manifestó completamente todo. Tras haber conseguido su primer premio Oscar como "Mejor Actriz de Reparto", gracias a su magistral actuación en la película “Los Que Se Quedan”, recordó que el apoyo y motivación de su madre fue fundamental para ser, lo que hoy es. “No pensé que se suponía que debía hacer esto como carrera. Agradezco a mi madre por hacer eso. Agradezco a todas las personas que estuvieron ahí para mí, que me acompañaron y me guiaron”, afirmó Da’Vine Joy Randolph.
Una actriz que no quería ser actriz
Desde muy pequeña tuvo vocación artística. La niña, nacida en Filadelfia, siempre soñó con ser una gran cantante. De hecho, en su primer año de Universidad de Temple, la joven Da’Vine se preparaba para graduarse en interpretación vocal. A decir verdad, ella se veía como una estrella del R&B, mientras que sus mentores la veían más como una cantante de ópera. Pero el destino suele ser caprichoso. Al segundo año de la universidad, ella logró obtener una beca para el prestigioso Colegio Yale, donde pretendía ir al conservatorio del centro, sin embargo, gracias a un error administrativo, no pudo entrar donde ella quería.
En una entrevista para la revista Essence, recordó que su madre le aconsejó que si no quería perder la beca que le ofrecieron, se inscribiera en teatro, por lo mientras, ya que ella sabía que la actuación también se le daba muy bien. “Estaba literalmente llorando, gritando y pataleando en administración: Por favor, que yo no quiero ser actriz, mi madre me ha dicho que tengo que hacerlo. Aunque le estoy muy agradecida a mi madre porque así empezó todo, jamás quise ni deseé nada de esto. Actuar sí, en cierto sentido, pero nunca así”.
Los inicios de Da’Vine Joy Randolph
En 2011, la actriz se había quedado con el papel de Oda Mae Brown para el musical "Ghost" pero cuando estás destinado a la grandeza todo se acomoda. En ese mismo tiempo, dicha obra también se venía presentado en Londres, desafortunadamente para los productores, la actriz principal tuvo un accidente. No obstante, ellos sabían del gran talento que tenía Da’Vine Joy Randolph, así que tomaron la decisión de darle la oportunidad de hacer el papel principal en Londres. Tuvo que aprenderse el guion en tan solo 5 días, pero dicho esfuerzo valió la pena.
De regreso a Estados Unidos, en 2012 tuvo un debut triunfal en Broadway, tanto que fue nominada al premio Tony a la mejor actriz de reparto. Para el 2013, llegó su estreno en la pantalla grande con la película independiente “Mother of George” y en 2014, participó en el filme “El hombre más enfadado de Brooklyn” con Robin Williams.
Durante ese tiempo tuvo papeles no tan protagónicos en series como "Selfie", "Veep", "This Is Us" o "The Good Wife", hasta que en el 2019 hizo el papel de "Lady Reed" en “Mi nombre es Dolemite” película en la que trabajó con Eddie Murphy. Esa fue la actuación que la dio a conocer.
Durante la pandemia, el productor y escritor, Steve Martin, la reclutó para la serie “Solo asesinatos en el edificio”. No obstante, también prestaba su voz para películas animadas como “Madagascar”, “El Gato con Botas: el último deseo” o “Trolls World Tour”, hasta que llegó la cinta que lo cambiaría todo.
Los Que Se Quedan
El director, Alexander Payne, confió que no habría mejor actriz para darle vida a Mary Lamb y, francamente, no se equivocó. En entrevista con la revista cinematográfica, The Hollywood Reporter, la actriz expresó. “Me sorprende y conmueve continuamente el impacto que esta historia, y en particular el viaje de esta mujer en la vida, y cómo la gente me para en la calle, en el aeropuerto o en el avión, y me comparte su conexión con la pieza. Cómo les conmueve, cómo les resuena el personaje, y se ven a sí mismos, o que les recuerda a su abuela, a su vecina. Eso nunca pasa de moda para mí”.
La fenomenal actuación de Da’Vine Joy Randolph, no solo hizo que se llevará el premio Oscar, sino que arrasará con todos los premios donde fue nominada. Pero más allá de los premios que consiguió, su historia tiene 2 mensajes muy lindos.
El primer mensaje es que el talento no es nada sin trabajo ni constancia. Sí, quizás las falta de oportunidades es un factor negativo que tenemos hoy en día, por eso siempre hay que estar preparados para cuando esa oportunidad llegué. Recuerda, las oportunidades se ganan, pero sobre todo, se aprovechan. El segundo, es que hay que tener la mente abierta para todas las posibilidades que el mundo nos tiene preparados. Quizás el camino donde estás ahora es el mejor para lograr tus metas, pero si consideras que no, siempre puede cambiar el curso.