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Algunas personas confunden la autoestima con el narcisismo o el egoísmo, al grado de minimizarse por creer que están exagerando sus cualidades o poniendo límites egoístas y, desde su perspectiva, eso “se ve mal”.
Sin embargo, hay claras diferencias, aquí te las compartimos para que no sientas pena de halagarte y amarte.
Narcisismo: Es una admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades.
Autoestima: Es el aprecio o consideración que uno tiene de sí mismo.
Egoísta: Que antepone el interés propio al ajeno, lo que suele dañar muchísimo a los demás.
Estos términos suelen confundirse con facilidad, debido al aprecio o admiración en sí mismos, pero toma en cuenta esto:
La imagen
El narcisismo busca darle sentido a la existencia, pero a través de la imagen, valora muchísimo el cómo se ve. Es sin duda, una exageración distorsionada y aumentada de quién es la persona, busca en todo momento el reconocimiento de los demás.
Mientras que la autoestima le da sentido a la existencia simplemente por el hecho de estar vivo, siempre de forma incondicional. Además, se manifiesta una satisfacción más interior y menos exagerada, sin importar la opinión de los demás.
Atención
Una persona narcisista necesitará atención de personas externas en todo momento. Tratará ser el centro de atención y que todos sepan que existe. Busca una veneración excesiva de otras personas, sin escuchar a los demás.
Una persona con autoestima sabe escuchar, atender y elegir los momentos para hablar sin robar las miradas de forma que pudieran restarle valor a los demás, así que es oportuna y asertiva en sus comentarios.
Empatía
El narcisista pocas veces tendrá empatía por los demás. Si no le pasa a él, entonces no importará lo que le pase a los demás, mientras cumplan sus necesidades de atención.
Una persona con autoestima desarrolla una interacción social saludable, escucha a los demás, siente empatía y comprensión por lo que le pasa a la otra persona.
Egoísmo
Una persona narcisista sólo pensará en sí mismo, eso significa que antepondrá su interés propio al ajeno, sin importar si sus actos pudieran dañar a los demás.
Sin embargo, una persona con autoestima muestra generosidad y es cooperativa, ayudará cuando vea a otro en problemas y será oportuno cuando sus necesidades pudieran incomodar a alguien más, pero sin dejar de lado lo que siente y necesita.
Arrogancia
El narcisista no muestra compasión. Si alguien hizo algo que los molestó, atacarán y no les importará la razón, aunque sea mucho más importante que su molestia. Así se comportará con agresividad, con cierta envidia y buscará dominar la situación poniendo todo a su favor para sentirse bien.
En cambio, una persona con autoestima valora también a las personas, escuchándolas y teniéndoles compasión frente a sus problemas. Tratará a las demás personas con respeto y cooperación.
Errores
Un narcisista no suele reconocer sus errores. Encontrará “la culpa” en los demás, será muy hábil con las palabras y manipulará situaciones a fin de que siempre salga victorioso frente a una situación desagradable.
Una persona con autoestima reconoce sus errores, responsabilizándose de ellos y buscando reparar el daño. Eso no significa que se minimice o se hunda en la culpabilidad, sino que asume su responsabilidad frente a un hecho y no se adjudica la que no le corresponde.
Logros y halagos
Un narcisista buscará el reconocimiento externo frente a logros, así estará en constante búsqueda de halagos para validar su existencia y trabajo. Entonces, sin prentenderlo manifestará un miedo al fracaso y a la debilidad, no reconociéndolos en sí mismo.
Una persona con autoestima recibe bien los halagos, pero no la definen, ni los busca. Se trata de sentirse satisfecho con sus logros basados en una plena honestidad de sus sueños, logros, metas y también de sus fracasos.
Rivalidades
El narcisismo fomenta la envidia y las rivalidades hostiles. Si otra persona tiene algo que quiere, manifestará con agresividad el por qué esa persona no debería de tenerlo, rara vez se pondrá triste frente a otros, sino que aumentará sus propias cualidades tratando de minimizar a la otra persona.
En cambio la autoestima refleja humildad, reconoce la rivalidad como una motivación para superar obstáculos, no para minimizar los logros de los demás. Se trata de un aprendizaje por medio de la admiración y no por la envidia.
Sentirse bien con uno mismo y aceptarse con honestidad es tener autoestima. Reconociendo responsabilidades, errores y defectos, pero amándolos como parte de su humanidad.
Aceptar halagos, sentir compasión, empatía, escuchar a los demás, tratarlos con respeto y honestidad, eso es tener autoestima. Así que habla bien de ti y no olvides que recibir halagos y hablar bien de quién eres no te convierte en un narcisista.