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¿Alguna vez has pensado en cómo puedes poner tu granito de arena? Aportar al consumo local no sólo puede ser como consumidor, también como emprendedor.
¡Suena genial! Gracias a los avances tecnológicos tenemos la flexibilidad de trabajar en cualquier lugar: en un parque, en la playa o en una cafetería; sólo necesitas tu laptop y una conexión a internet, ¿les late la idea?
Otra ventaja es que podemos trabajar en lo que nos gusta; si el 80% de nuestra vida la dedicamos a trabajar, ¿por qué no divertirnos en ello?, suena genial. Además, tenemos la oportunidad de crear puestos de trabajo, porque no sólo generamos trabajo para nosotros, sino para más personas.
Al contratar gente se genera una ayuda mutua, el jefe y el empleado podrán pagar sus cuentas, dar sustento a sus familias y tener una vida digna y productiva, sin duda se puede desarrollar un gran sentido de los negocios.
Convertirse en un empresario brinda la posibilidad de desempeñar una actividad mucho más interesante y ayuda a agudizar un sinfín de habilidades, como desarrollar productos, hacer marketing, vender, dar servicio al cliente, etc. La última ventaja, quizás la más grande, es que podemos vivir una vida más significativa: Trabajar para un propósito digno y saber que nuestro trabajo en realidad hace la diferencia, además, ser nuestro propio jefe permitirá definir lo que es significativo para cada uno de nosotros, ¿se apuntan?