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Métodos para eliminar el óxido en tus herramientas

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Angel Ponce
Angel Ponce
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, entusiasta, cinéfilo, amante del rap mexicano y fiel aficionado al fútbol nacional e internacional, fotógrafo amateur de conciertos y entrevistador de talentos emergentes, así como de estrellas consolidadas.

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Foto: Depositphotos / AntonMatyukha

¡Ponle fin al oxido de tus herramientas con estos sencillos y fáciles métodos!

Un gran sector de la ciudadanía mexicana aún sigue en cuarentena, ya sea por miedo al virus o porque simplemente se han acostumbrado a una vida más sedentaria y tranquila dentro de sus hogares, precisamente este encierro ha incitado a los habitantes a aprender cosas nuevas como reparaciones sencillas del hogar, idiomas o incluso estudios universitarios.

Así que si tú eres de los que les gusta aprender y mantener limpio en todos los aspectos su hogar esto es para ti.

Repara de manera sencilla tu casa

Usa vinagre blanco

El vinagre reacciona con el óxido, pues lo disuelve para quitarlo del metal. Remoja el metal en el vinagre blanco por algunas horas y después restriega el óxido.

Si el objeto es muy grande para remojarlo directamente en el vinagre blanco, derrama una capa sobre la superficie oxidada y déjalo allí por un tiempo. También puedes remojar un pedazo de tela con el vinagre y usarlo para restregar el metal.

Prueba sumergiendo papel aluminio en el vinagre y úsalo para cepillar el óxido del metal. Es menos abrasivo que la lana de acero (estropajo), pero funcionará para eliminar el óxido.

Puedes usar vinagre normal y simplemente dejar el metal oxidado en remojo por unas 24 horas antes de enjuagarlo. No es necesario restregar mucho con este método.

Raspa el óxido con herramientas abrasivas

Este método requiere más trabajo, pero puedes eliminar efectivamente el óxido. Utiliza herramientas que puedes encontrar en tu casa, como un destornillador.

También puedes utilizar una lijadora eléctrica para eliminar el óxido en objetos grandes. Siempre comienza con la zona más áspera y lentamente pasa a zonas menos afectadas para minimizar la aspereza del metal.

Puedes usar cualquier herramienta de metal para raspar el metal, pero usa papel de lija después para tratar de quitar cualquier marca que el raspado haya dejado.

Utiliza limón y sal

Cubre generosamente el área oxidada con una capa de sal, cortamos un limón (o una lima) por la mitad y exprimimos el jugo sobre la sal. Dejemos que la mezcla se asiente, luego restregamos el óxido con un trozo de la cáscara del limón. Si queda óxido, repetimos el procedimiento y dejamos que la sal y el jugo reposen durante una o dos horas más, hasta que el óxido desaparezca por completo. Enjuagamos y secamos bien.

Haz una pasta con bicarbonato de sodio

Mezcla el bicarbonato con agua hasta que esté lo suficientemente espeso para esparcirlo en el metal. Dale tiempo para que se asiente y luego restriégalo.

Intenta usar un cepillo de dientes para restregar el bicarbonato de sodio del metal y luego enjuágalo con agua.

La mezcla del bicarbonato de soda se puede enjuagar por el tiempo que quieras, ya que no hay una receta exacta.

Puedes usar una papa y jabón para platos

Corta la papa por la mitad y cubre el área que no tiene cáscara con el jabón. Esto iniciará una reacción química con el óxido, haciendo que sea más fácil de eliminar. Pon la papa sobre el metal y déjala por algunas horas.

Para volver a aplicar, simplemente corta la parte que usaste y agrega más jabón, dejando que este remoje el metal por más tiempo.

Si no tienes jabón para platos, puedes usar bicarbonato de soda y agua en vez de la papa.

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