A lo largo de la música popular, sin duda alguna han habido canciones que han cautivado el oído popular y traspasado las barreras del tiempo de una forma que solo los clásicos pueden hacerlo. Artistas como David Bowie, Prince, Michael Jackson, Elton John, Billy Joel, etc. han dejado una marca infinita en el colectivo popular que perdurará por muchos años más gracias a canciones como Piano Man, Let´s Dance, Your Song, Beat it, etc.
¿Pero qué ha sido de esas canciones que no necesariamente gozaron de ese nivel de popularidad, sin embargo, se han mantenido de una manera interesante en los catálogos de dichos artistas? Canciones que no necesariamente son los cortes más famosos ni fueron hit singles, pero que definitivamente marcan un momento interesante en la historia de cada compositor.
Las canciones que se verán a continuación son los ejemplos perfectos de qué es lo que pasa cuando a un compositor se le da rienda suelta a toda su creatividad y no necesariamente persiguen el éxito comercial, sino más bien buscan tal vez un significado distinto ante el arte de componer, o ante el arte de interpretar.
Song For Guy (1978) es una canción de casi seis minutos de duración que rinde tributo a un miembro del equipo de la disquera de Elton llamada Rocket Records, que desafortunadamente falleció en un accidente de transito en el momento en donde el álbum A Single Man (1978) estaba siendo grabado. Elton compuso esta canción en tributo a Guy Burchett y es probablemente la más famosa en esta lista ya que fue un hit single en muchos países pero la distribuidora se negaba a publicarla como sencillo en Estados Unidos, cosa que enfureció a Elton profundamente, ocasionando una ruptura que poco a poco se desarrollaría entre este artista y los que lo representaban en América.
David Bowie es conocido por tener un amplio catálogo musical, lleno de momentos excelentes, otros no tan excelentes, y otros momentos que simplemente rayan en lo extraño. La trilogía de Berlín es sin duda un momento estelar en su carrera, conformado por tres trabajos (Low, Heroes, Lodger) que representan el estilo de composición del artista como ningún otro, y trabajos que tendrían gran influencia en la música venidera en los 80'´s (new wave, pop punk, art rock, etc). Low (1977) es definitivamente un highlight en la carrera de Bowie, es un álbum que contiene una producción cargada de sintetizadores y canciones muy divertidas como Be My Wife, Breaking Glass, Always Crashing in the Same Car, etc. Pero que también contiene pasajes instrumentales dignos de mención, y esto es precisamente lo que nos trae aquí.
A New Career in a New Town es uno de los momentos más icónicos pero a la vez más infravalorados de la historia de este artista. Una producción excelente y un motivo musical tan pegajoso que la tararearás por las semanas siguientes, si ya has tenido experiencias escuchando a este artista pero quieres ampliar tu búsqueda en su discografía, recomiendo encarecidamente este álbum y una fijación extra en los tracks instrumentales, sobre todo A New Career in a New Town.
Billy Joel es considerado un genio por muchos, su manera de tocar y su estilo de componer ha inspirado a m¡les (o tal vez millones) de músicos alrededor del mundo. Pocos artistas tienen una discografía tan perfecta como la él, ni un momento malo en toda su carrera, siempre explorando nuevos estilos y nuevas maneras de plasmar las cosas. La razón por la cual Billy se encuentra en esta lista es por su instrumental Root Beer Rag (1974), la cual es una canción particularmente divertida en demasiados aspectos. La producción de este track recuerda a la estética del viejo oeste americano, con el piano liderando a la composición (obviamente) y una serie de sintetizadores con una batería marcando un beat muy skiffle hacen de esta canción un recuerdo muy adorado en la discografía de Joel.
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