Tal como dicen, “los niños no deberían trabajar en la calle, el campo o el hogar, ¡sino en sus sueños!”. Parece ser que el trabajo infantil se ha convertido en un fenómeno social imposible de erradicar, pero no, no es así.
Según cifras del UNICEF, hoy en día, uno de cada diez niños en el mundo se pasan trabajando todo el día. Sí, de repente existirán muchos “argumentos válidos” para que un niño (a) trabaje, pero en realidad no existe ni una razón para poner a los chicos a trabajar. Recuerda, todos los niños tienen que divertirse, disfrutar su niñez y merecen una educación de primera, el cual le permitan ser el futuro del mundo.
Sí, es cierto que algunos niños/adolescentes trabajan para ayudar a sus familias y está muy bien que quieran aportar a la casa, pero es importante aclarar que la única obligación que ellos pueden tener es ir a la escuela, prepararse para el futuro y ser mejores día con día.
No, no somos nadie para privarle la etapa más linda que debe de tener un ser humano, ni para destruir los sueños de nuestros niños. Recuerda, ellos no pidieron llegar al mundo, y nosotros (los adultos) debemos trabajar muy duro para que ellos tengan un mañana prometedor.
Hoy, en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, queremos invitarlos a que reflexiones un poco sobre este tema. Créame, todo el esfuerzo que hacemos por ellos va a valer la pena.