¿Has escuchado la frase…? “La gente no cambia porque quiere cambiar, cambian porque tiene que cambiar”. Sí, puede que suene un tanto negativo, pero la mayoría de las personas no cambian por el simple deseo de hacerlo, cambian porque las circunstancias de la vida los obligan a cambiar. Y no es malo, al contrario; quiere decir que dicha persona ya aprendió de sus errores y pudo darse cuenta de qué si no hay un cambio verdadero en sí mismo, no va a poder llegar a sus metas.
El ser humano está hecho de las experiencias que tiene en el día al día, sean buenas o malas, mismas que van formando el carácter y terminan siendo factor para convertirnos en las personas que somos. No obstante, dichas experiencias también nos dejan ver otra clase de panorama, nos hacen cambiar la perspectiva de las cosas y suelen cambiar nuestro pensamiento, para bien o para mal. En otras palabras, el tiempo y las experiencias vividas son las que hacen cambiar a la gente.
Pero… ¿También pasa en el amor? Si bien las relaciones suelen ser muy cambiantes en todos los sentidos y es normal que los involucrados cambien su forma de ser, la realidad es que no deberían de ser así. Es cierto que las malas experiencias nos enseña a ser más precavidos, cosa que está bien, sin embargo, debemos recordar que no todas las vivencias son iguales.
Leopi, el coach del amor, nos dice como avanza una relación con el tiempo, nos explica por qué normalmente ocurren cambios en un noviazgo, así como nos dará algunos consejos para que dichos cambios no afecten a las pareja.