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De acuerdo con la Universidad de Edimburgo el consumo y la cantidad correcta de este mineral podría alargar la vida de cualquier ser humano.
Recordemos que el hierro tiene múltiples funciones en el organismo, por ejemplo; transporta el oxígeno en nuestro organismo y músculos, ayuda a la producción de glóbulos rojos, colágeno, tejido conectivo, entre muchas más por lo que es sumamente conocido por la comunidad como uno de los minerales con más benéficos para el consumo humano, sin embargo, la Universidad de Edimburgo ha revelado datos esperanzadores para la calidad y tiempo de vida del ser humano.
Durante la investigación se analizó la vida útil de 1,75 millones de personas, incluyendo a 60,000 que vivieron para llegar una muy avanzada, con esto el equipo de investigación encontró un vínculo claro entre los niveles de hierro en la sangre y una vida más longeva, lo que reforzó el artículo de la revista especializada Nature Communications, el cual descubrió que múltiples genes parecen regular los niveles de hierro en la sangre que a menudo se encuentran personas con vida larga.
Según los expertos involucrados esto aún es un estudio preliminar y las conclusiones son demasiado apresuradas, por lo que se necesitan estudios más avanzados en campo para poder confirmar las prometedoras especulaciones.
Dosis sugerida de hierro:
- Bebés hasta los 6 meses de edad / 0.27 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad / 11 mg
- Niños de 1 a 3 años de edad / 7 mg
- Niños de 4 a 8 años de edad / 10 mg
- Niños de 9 a 13 años de edad / 8 mg
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad / 11 mg
- Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años de edad / 15 mg
- Hombres adultos de 19 a 50 años de edad / 8 mg
- Mujeres adultos de 19 a 50 años de edad / 18 mg
- Adultos de 51 o más años de edad / 8 mg
- Adolescentes embarazadas / 27 mg
- Mujeres embarazadas / 27 mg
- Adolescentes en período de lactancia / 10 mg
- Mujeres en período de lactancia / 9 mg
Este mineral lo podemos encontrar en: Espinacas, frutos secos, cereales, brócoli, chocolate negro, legumbres, semillas de calabaza, pavo, carne roja entro muchos más alimentos.
Fuentes: Universidad de Edimburgo / Nature Communications