Ir a la escuela puede ser no tan agradable para algunos niños. ¿Tú cómo te sentías cuando tenías que ir a clases?
Y aunque no lo creas, el gusto por la escuela empieza desde casa, pero involucra muchos factores que incluso no están en tus manos, como un sistema educativo estricto y no muy flexible.
Podemos no estar de acuerdo con sistemas "cuadrados", pero sí podemos poner nuestro "granito de arena" para cambiar el objetivo que es aprender.
Así que tranquil@, si no hay manera de que a tus hijos les guste ir, aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte.
Hábitos saludables
Una rutina regular y una buena comunicación acompañada de hábitos saludables cambia la actitud de todos los miembros de casa. Un hogar en caos, se traduce en niños en caos.
El ánimo es muy importante y sobre todo la situación emocional de la familia. Comer saludable, tener rutinas para dormir o realizar otras actividades, ejercicio, organización, orden y también diversión, son el equilibrio perfecto para sentirte bien y expresarlo por fuera.
Designa lugar específico para el estudio
Ten en casa un lugar especial para que estudie, no tiene que ser muy grande, pero sí que esté limpio y ordenado. Motiva a tus hijos a que lo decoren a su gusto y tengan ahí inspiración con sus propios dibujos o fotos familiares.
Un lugar que sea suyo también es un excelente motivante para volver a ese lugar, donde se sientan seguros y cómodos.
Enséñale con el ejemplo
Lean juntos en familia algún cuento o algún libro. Los niños aprenden más por lo que ven de ti que por lo que les dices. Empieza cambiando tus hábitos y también enseñándoles que aprender es un placer y no un castigo.
Diviértanse aprendiendo
Cambia la perspectiva. Muchos niños aprenden jugando, de hecho es la mejor manera de hacerlo. No tiene que ser el típico modelo estricto de un niño sentado en un escritorio bajo la luz de una lámpara.
Pueden combinar materias, como las matemáticas y la cocina. Preparar comida y seguir instrucciones. Preguntar y hacer hipótesis y observación.
Platiquen sobre sus actividades diarias
Una buena relación en general se basa en conocer a la otra persona, sus intereses, sus gustos, sus necesidades y deseos y todo esa información se consigue con la plática. Cuéntale a tus hijos cómo te fue, a su nivel, y también procura una conversación y atenta a escucha a sus pláticas.
Delega ciertas funciones y actividades a tus hijos
Tener un orden en casa te ayudará también a ver qué actividades son las más adecuadas para que tus hijos las realicen. Esto les ayudará a entender sobre responsabilidades y consecuencias.
El hacerse responsable de algo que le guste, le ayudará a aprender sobre el proceso y también entenderá las consecuencias de no hacerlo. Por ejemplo, cuidar a una mascota.
Fíjense juntos una meta y establezcan objetivos
¿Cuál es el objetivo de ir a la escuela? Es muy importante que fijen su perspectiva respecto a las calificaciones. Si no se sentirán muy frustrados si no ocurre lo que esperan.
En nuestra opinión, no se trata de números sino de aprendizaje, la calificación sólo es la consecuencia, no el objetivo.
Visualicen a la escuela con una actitud positiva
No sólo se trata de responsabilidades, deberes, estudios y tareas. También hay otras actividades y beneficios. Céntrense en ello también, como los amigos, las salidas, las actividades extracurriculares, todo eso que forma la experiencia completa.
Fomenta talentos e intereses. A lo mejor no es muy bueno en matemáticas, pero es excelente en teatro o actividades deportivas. No se trata de dejar una por otra, sino darle mayor enfoque. Todos tenemos talentos diferentes y podemos triunfar en lo que deseemos ser.
Cuida la salud emocional de tu hijo
¿Te has preguntado las razones por las que no quiere asistir a la escuela? Quizá no tenga nada que ver con que sea "flojo" o "irresponsable", quizá lo molesten en casa o tenga una emoción reprimida que necesite atención.
Ayuda a tus hijos a fomentar la fortaleza con empatía, escuchando y enfocándote en su situación, desde su perspectiva, no desde la tuya. Si es necesario, pide ayuda a un especialista.
El cambio comienza por ti
Alentar, motivar y enseñarles hábitos saludables comienza por ti. Así que si quieres enseñárselo a tus hijos, comienza a realizarlo tú desde casa. ¿Qué tanto estás comprometid@ con ello?
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