Tener una brújula existencial es el guía perfecto para navegar en las aguas turbulentas de la vida y nos enseñará a andar.
Nuestros patrones de conducta familiares, sociales, hasta existenciales, muchas veces nos condicionan, nos presionan, por el hecho de creer que necesitamos seguir lo que hacen los demás, porque si no lo hacemos nos falta algo, comienzan las comparaciones y llegan las frustraciones.
Sin embargo, “La brújula existencial” se encuentra dentro de cada uno de nosotros, es personal y tenemos la libertad de elegir qué queremos para nuestra vida, en qué momento y de qué manera daremos los pasos para escribir el libro de nuestra historia.
Cuando haces las cosas desde un propósito, desde el punto que tú eliges y decides hacer lo que te apasiona, nos conectamos con nuestros deseos, sueños y más grandes anhelos, nos ayuda a facilitar nuestro camino.
Tener claro tus áreas importantes de tu vida: personal, profesional, pareja, familiar, amistades, ayuda en tu toma de decisiones.
Soltar aquello que nos reprime, estanca y obstaculiza nuestro camino, resulta de mucho valor, ya que nos ayuda a saber el peso, el lugar, el espacio, la prioridad que le daremos a cada área en nuestra vida.
Qué es lo que actualmente te representa, hacia dónde caminas, con quién quieres compartir tu tiempo, qué quieres aprender, recuerda que sí queremos evolucionar, crecer, tenemos que estar cuestionando cada paso que demos para ir haciendo cambios si es necesario sobre la marcha que andamos.
Nos ayuda mucho, enfocarnos en nuestro desarrollo personal, cuestionar nuestras emociones, pasar por el dolor, para intentar sanar, curar aquello que dolió y necesitas soltar, liberar para continuar.
Despiertas con alegría, con ganas de comenzar un nuevo día, para vivir, disfrutar y quizá enfrentar con garra, actitud y entereza las situaciones adversas que se presenten durante tu jornada.
Qué actividades puedes hacer con amor y entrega, sin recibir algún pago, lo que quizá le haga falta al planeta y tú le puedes aportar, eso hará que te sientas con una actitud de poder aportar algo de tus talentos que tal vez, ni siquiera sabías que podían ayudar a alguien más.
Probar muchas cosas, conocer distintas personas, vivir situaciones externas para sentir, compartir, apoyar y hacer la diferencia en alguien más.
Tu pasión te conecta con tus talentos, tus habilidades, hace que te alinees en tu centro, tu vibración te lleva a la acción a querer ayudar. Salir de nosotros mismos y cuestionar qué puedo ofrecer a los demás.
Qué es lo que más disfrutas hacer en las distintas áreas de tu vida comienzas a vibrar de manera distinta, porque identificas con claridad que es lo que te define, te emociona, te apasiona.
La brújula existencia es personal, nos ayuda a encontrarnos si nos hemos perdido, a corregir la ruta de nuestra historia. De esa manera podemos sacar provecho a cada situación, circunstancia, experiencia que vivamos para poder ir mejorando la versión de nosotros mismos.
Seguir lo que nos apasiona hace que disfrutemos el “ahora” con plenitud, amor, dicha, sin mirar el camino de alguien más, hace que nos enfoquemos y concentremos en nuestra esencia, de esa manera caminamos hacia la búsqueda de nuestros sueños, nuestras metas, nuestro camino, nuestro destino.
También te podría interesar: Qué es tener auto respeto
Foto: serggn / Depositphotos.com