En el último tiempo, hemos normalizado el hecho que todos somos multitareas, es decir, que somos capaces de realizar dos o más tareas de forma simultánea. También nos han hecho creer que es una virtud que se debe tener para ser exitosos en todos los aspectos. Pero… ¿Qué tan cierto es esto?
Es un hecho que ser multitasking, como también se les conoce a estas personas, tienen sus ventajas, tales como: tener más responsabilidad, aumento en la productividad y una gestión más óptima en el tiempo.
No obstante, muchos expertos y estudios científicos avalan que ser multitareas es más prejudicial que beneficioso. De acuerdo con el doctor René Marois, experto en neurociencia, "nuestro cerebro no maneja bien situaciones de multitasking. En cuanto dos tareas necesitan nuestra atención, la productividad se resiente".
También, es importante resaltar el estudio de la Universidad de Utah, donde dice que “Participar en múltiples tareas que exigen atención simultáneamente puede ser agotador cognitiva y físicamente. Además, el desempeño en tareas individuales puede verse afectado de tal manera que se cometan errores y disminuya la productividad general”.
Hay que recordar que siempre va a ser mejor hacer una cosa bien hecha que hacer dos o tres cosas a medias. No somos maquinas para hacer todo al mismo tiempo
Si bien ser multitareas es una característica que nos puede ayudar alcanzar ciertas metas más rápido, la realidad es que implica asumir ciertos riegos, tanto en la eficiencia de las actividades como en la salud mental. Jhonatan Barrios, coach de desarrollo personal, nos explica cuáles son esos riesgos y nos da algunos consejos para aprender a ser más eficientes en nuestras tareas diarias.