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EVO Moment 37, el instante que cambió para siempre los E-Sports

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Jesús García
Jesús García
Persona física. Hago cosas.

Noticias en IHeartRadio México

Desde hace algunos años existe una industria millonaria en la que miles de jóvenes compiten de manera profesional en diferentes juegos de video. Pero no siempre fue así. Hubo un suceso en particular que convirtió a este reducido nicho en todo un movimiento internacional.

El escenario era la semifinal de Street Fighter III: Third Strike del torneo Evolution Championship Series 2004 (Evo 2004). Los contrincantes: Justing Wong, de Norteamérica, y Daigo Umehara, de Japón. Ambos son, hasta la fecha, dos de las figuras activas más relevantes de la llamada Fighting Game Community (FGC), una escena competitiva enfocada exclusivamente en los videojuegos de pelea. Entre ambos ya había cierta historia y rivalidad.

El registro audiovisual de este encuentro es ya legendario.

En el tercer y último round, Justin Wong había puesto contra las cuerdas a su adversario, Daigo Umehara. Su estilo altamente conservador y defensivo con Chun-Li sólo necesitaba conectar un golpe más contra Ken, el personaje de Umehara. Su victoria estaba prácticamente asegurada, pero el nipón se había aferrado al último pixel de "vida" de su personaje. Cualquier golpe significaría su derrota, ya fuera un impacto directo o uno bloqueado con guardia regular.

Muy seguro de su triunfo y en un afán por concluir la competencia de forma espectacular, Wong lanzó su movimiento especial más peligroso y casi imposible de evadir. Y entonces, como si se tratara de una película, sucedió lo impensable.

Contra todo pronóstico, Umehara logró salir airoso de un escenario en el que todo parecía perdido. Anuló el "súper" movimiento de Wong, haciendo uso avanzado de la técnica denominada parry. Mientras su impresionante secuencia defensiva transcurría, los gritos de emoción crecían de modo desproporcionado. La magia ocurría ante la vista de la audiencia. Presenciaban el nacimiento de "La Bestia".

Para dimensionar el grado dificultad de lo que ocurre en este video viral, hay que ponerlo en contexto. SF III: 3rd Strike es uno de los títulos más sofisticados de su tipo. El timing que demanda la técnica con la que Umehara se libró de cada golpe, requiere de una extraordinaria precisión que se reduce a fracciones de segundo (frames). Tenía que acertar 15 veces consecutivas, o de lo contrario, habría perdido. No había lugar para el mínimo error.

Lo más impresionante es que Umehara fue capaz de ejecutar esta técnica defensiva y además convertirla en una ofensiva que le permitió robarse la victoria, en un escenario altamente estresante: el torneo de por medio, la presión de una sala llena de gente gritando, y la audiencia apoyando al héroe local (Justin Wong). Sólo hacía falta que Umehara se desconcentrara por un instante para tirar la pelea por la borda. Pero no fue así.

La grabación logra impresionar incluso a aquellos que no están familiarizados con SF III: 3rd Strike. Al verla, de alguna manera se intuye que algo increíble está ocurriendo. Es imposible no sumarse a los gritos de emoción, al hype de los que estuvieron ahí presentes.

Para entonces, el flujo de información a través de internet no se comparaba con el actual. El conocimiento, estrategias, frame data y teoría del juego no se compartía de forma tan libre. Todo eso se extendía de boca a boca, en las calles o en las salas de arcades (o "maquinitas"). Pero después de EVO Moment 37 y su difusión, toda la escena cambió para siempre.

Una nueva perspectiva del fenómeno

Recientemente salió a la luz una toma alternativa de este icónico suceso. Y con los nuevos datos que aporta, el mito alrededor de este momento histórico de los videojuegos no hizo más que crecer.

En esta grabación, inédita hasta hace poco, puede escucharse a Ari "Floe" Weintraub advertir a Justin Wong que "no lo haga" ("don't do it") en repetidas ocasiones. Nadie más que él sabía a qué se refería exactamente en ese momento.

Resulta que previo al legendario encuentro, Floe había conversado con Ricki Ortiz, otro formidable usuario de Chun-Li (quizá el segundo mejor jugador norteamericano en ese momento). Previo al encuentro entre Daigo y Justin, Ortiz jugó de manera casual con Umehara, y había atestiguado que éste último era perfectamente capaz de anular el movimiento Super de Chun-Li con la técnica del parry.

A pesar de su alto grado de dificultad, la secuencia era una parte habitual en su repertorio. Aquél fue el motivo por el que, pese a las circunstancias extremas, pudo ejecutarlo perfectamente contra Wong en el momento necesario.

Para entonces, había una gran diferencia en el nivel competitivo entre los jugadores norteamericanos y los nipones. Floe, por ejemplo, aseguraba que un compatriota suyo simplemente se rendiría en una situación así, mientras que un japonés encontraría la forma de revertir el resultado, pues su conocimiento teórico del juego era mucho más grande. Aquél suceso abrió también los ojos de jugadores veteranos ante nuevas posibilidades, en un título en el que creían ya haberlo explorado todo.

El momento que inspiró a miles de jugadores

Para el año en que ocurrió esto, 2004, los juegos de lucha atravesaban por una sequía que auguraba un futuro bastante incierto para el género. Los torneos eran dominados por los mismos veteranos año tras año, y juegos como Marvel Vs. Capcom 2, Capcom vs SNK 2 y el propio Street Fighter III: 3rd Strike, se habían mantenido estáticos por un buen tiempo como las atracciones principales. No había sangre nueva en la escena, y había escasos lanzamientos de títulos de pelea importantes al año.

El Evo Moment 37 jugó un papel crucial en la revitalización no sólo de la escena competitiva de Street Fighter, sino de todo el género de lucha dentro de la industria de los videojuegos. Según Business Insider, la grabación ha sido reproducida más de 100 millones de veces a través de diferentes videos subidos a YouTube.

La grabación —uno de los primeros videos que se hicieron "virales" en YouTube— se extendió como pólvora por la internet. El impacto fue tal que sedujo a miles de gamers alrededor del mundo, despertando su interés por SF III y los juegos de lucha en general. Incluso quienes ya conocían la saga de peleas de Capcom, se dieron cuenta de que había todo un circuito competitivo e inexplorado en el que jugadores expertos habían llevado este simple "juego" a toda una disciplina profesional con teoría propia. Fue una auténtica revelación.

Aún más importante, fue un eslabón vital en el ascenso de los E-Sports como una rama profesional de competencia. Si bien no fue la primera escena de su tipo (ya antes se jugaba Quake, StarCraft y Counter Strike en grandes eventos), la FGC contribuyó a que surgieran o se tomaran más en serio a otros géneros del mundo del gaming: juegos de estrategia, disparos en primera persona, MOBAs, simuladores de deportes, etcétera.

Tras el fortalecimiento de la FGC en los años posteriores al Evo Moment 37, en 2008 fue publicado Street Fighter IV, el título que marcó el renacimiento de la escena competitiva, la cual no sólo se reactivó, sino que creció a un nuevo nivel sin precedentes.

A partir de ese punto, los torneos se volvieron cada vez más grandes, más reñidos y llegaron a más personas a través de servicios masivos de streaming como Twitch. Los premios monetarios se volvieron más altos y atractivos también. Pronto se involucraron patrocinadores y equipos profesionales que cobijaron a las principales figuras de la Fighting Game Community, es decir, los jugadores con mejores resultados en los torneos. Daigo Umehara, por ejemplo, se ha mantenido como el embajador o el rostro principal de la escena.

Actualmente Street Fighter V (2016) funge como el título predominante en el circuito competitivo de juegos de lucha, impulsado por el Capcom Pro Tour, que involucra recompensas de miles de dólares para los ganadores de cada evento.

Por si fuera poco, en los últimos años se ha presentado una especie de segunda era dorada de los juegos de pelea, con lanzamientos tan importantes como Tekken 7, Dragon Ball Fighterz, Soul Calibur 6, Super Smash Bros. Ultimate, Mortal Kombat 11 y próximamente el remake de Samurai Shodown. Es una época próspera para los entusiastas de este género.

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