De sobra se ha informado sobre el peligro de conducir y utilizar el celular, pero tristemente parece que no hacemos caso. Los accidentes por distracciones al volante ya superan a los causados por conducir alcoholizado. Pero este no es el peligro del que te quiero hablar.

También se ha dicho que el celular y las redes sociales nos han deshumanizado y que hemos perdido el contacto real con las personas y el mundo en general. Parece que hay algo de cierto en esto, aunque hay quienes argumentan que las nuevas tecnologías generalmente se han rechazado antes de observar sus beneficios. Otros alertan de una posible adicción a las redes sociales, sobre todo a revisar continuamente si ya recibimos un like o un comentario en nuestra publicación. En este caso también hay quienes cuestionan que exista tal adicción. Pero tampoco es esto lo que quiero tratar.

Voy a usar un ejemplo extremo para ilustrar el peligro al que me quiero referir. Imagina que crees que todos los ovnis son realmente naves extraterrestres y que los gobiernos nos han ocultado la verdad por años. En tus redes sociales empiezas a seguir a las personas que publican sobre estos temas. Te enfurece cuando alguien escribe algo contrario a lo que tú crees y por lo tanto lo bloqueas o dejas de seguirlo. Los algoritmos de las redes sociales hacen su trabajo y empezarán a mostrarte más contenido que confirme tus creencias y cada vez menos que la contradiga. Después de un tiempo, ya solo leerás textos y verás videos que te confirman que estamos sometidos a una visita continua de extraterrestres.

El internet y las redes sociales prometían ampliar el acceso a información de calidad – y sin duda pueden hacerlo – pero nuestro mal uso y los sesgos que tenemos, quizá están ocasionando que construyamos una burbuja que nos aísla de información incómoda. El tema de los ovnis puede no ser tan importante, pero este fenómeno se observa en política, en salud y en muchos otros que tienen relevancia en nuestras vidas.